martes, 15 de julio de 2014

El Monstruo en los Truenos






Un día leí que el miedo a los truenos era genético. Eso explicaría porqué en todas las famílias siempre hay alguien que no puede salir de debajo de la almohada en una tormenta. No sé si es verdad (era una página de poca fiabilidad) pero si lo fuera, entonces no existe manera para convatir al Monstruo de los Ojos Azules. Yo creo que el susto es más un puro instinto de superviviencia. ¿¡Quién no teme por su vida cuando se tambalean las paredes y el suelo o el cielo se ilumina como si fuera mediodía!?

"Siente que no tiene el control sobre las descargas eléctricas de las nubes. Estos síntomas se vuelven más intensos si la persona se encuentra en la calle o en otro lugar que no sea su zona de confort. Algunos síntomas que acompañan al cuadro de ansiedad, son temblores, sudor, llanto, pánico, palpitaciones y una constante sensación de amenaza." -http://www.tiposdefobias.com/tag/miedo-truenos/

La definición del miedo a los truenos en esta web es perfecta. Una persona no puede luchar contra una tormenta, contra un trueno. Te sientes impotente contra el Monstruo. Y el miedo te demonina hasta que pareces un loco en estado de pánico.
En mi opinión, lo peor es que no puedes huir. No puedes esconderte de este Monstruo. Ni combatirlo. Es demasiado grande, demasiado poderoso, demasiado lejos... Ni escondido debajo de las mantas de la cama con el cojín tapando las orejas dejas de oírlo. Parece que el cielo vaya a caerse, y tú no puedes hacer nada...


Por suerte, donde vivo yo las tormentas con fuertes descargas eléctricas no son muy frecuentes.
Mi única solución, hasta ahora, es esconderme dentro de casa, poner la música bien alta y rezar para que no acabe el mundo.

miércoles, 9 de julio de 2014

El Monstruo cuando estás solo en casa

¿Alguna vez os habéis quedado solos en casa cuando ya empieza a oscurecer? Yo sí, y puedo asegurar que no es una experiencia agradable.
De pronto desarrollas un sexto sentido y notas un picor extraño en el cogote, como si alguien te estuviera mirando fijamente... Pero cuando te giras para mirar, aterrado, resulta que son imaginaciones tuyas. Pero poco después oyes un ruido sordo en el pasillo. Aunque estás solo, por si acaso, lanzas una pregunta al aire: ¿Hay alguien ahí? Obviamente nadie contesta. Entonces caes en la cuenta de que, si fuera un asesino-ladrón-fantasma-demonio-desconocido, no sería tan estúpido como para delatarse contestando a tu pregunta. Y vuelves a cagarte de miedo cuando el ruidito se repite, esta vez en el baño.

"Empieza con la desconfianza, que se vuelve en aprensión. Luego llega el terror, que te paraliza los músculos. Y finalmente tu cuerpo se ve invadido por el pánico, por un pavor irracional que no te deja vivir.A veces te invade tan rápidamente que no puedes distinguir entre sus fases. Se extiende de tu estómago por todos tus miembros y empiezas a hiperventilar, a sudar, no piensas, no actúas. Sólo puedes observar, paranoico, cómo el miedo te consume hasta que ya no eres tú mismo."
Media hora solo en casa y ya no eres tú mismo, estás paranoico, muerto de miedo. El Monstruo se ha hecho contigo.

¿Qué hago yo cuando estoy sola en casa para no acabar así? Primero, y lo más importante, cierro todas las ventanas y puertas. Después enciendo como mínimo dos luces para no quedarme a oscuras en ningún momento. Es completamente necesario rellenar el silencio: enciendo la radio o pongo el Spotify suficientemente alto para oírlo en toda la casa. Por último, encuentro una distracción. Si no hacen nada por la tele o no tengo libro para leer... En el caso extremo de que no haya nada a hacer, subo el volúmen de la música y me dejo llevar, me dejo creer que soy una bailarina profesional o la mejor cantante de este mundo, total, no hay nadie que me vaya a ver.

viernes, 4 de julio de 2014

El Monstruo en el Océano


Temerle al océano no significa que tengas miedo a los tiburones, el kracken y a las medusas. Son cosas distintas. Significa que el Monstruo te corcome el estómago al ver la immensidad del agua que te rodea. Si además le temes a esos animales, obviamente tu miedo es aún mayor. Pero hoy sólo nos centramos en el miedo a los Océanos como grandes volúmenos de agua de la Tierra.


Imagínate que te has subido a un barco, has entrado un poco en la mar y te quedas dormido. Si despertases un par de horas después, lo único que habría alrededor tuyo sería agua. ¡AGUA! Tentemos más a la suerte: resulta que tu embarcación es una barquita de vela y resulta que se ha acabado el viento. ¡No puedes volver! Pero como tu eres una persona inteligente, te has llevado el móvil y una radio para pedir ayuda... pero no hay cobertura. Estas solo, no puedes pedir ayuda, nadie sabe dónde estás, y sólo te rodea la immensidad del océano.

El océano de la tierra tiene 1 300 000 000 km³ de volúmen y rodea a Todos los continentes del mundo.
¿Quién no lo teme?

miércoles, 2 de julio de 2014

El Monstruo en la Muerte

En mi opinión, todos deberíamos temer la muerte. O al menos haberla temido alguna vez en nuestras vidas. Porque la definición de muerte es "fin de la vida". Y lo único de lo que estamos seguros es de que vivimos. ¿Qué sucede cuando esto acaba? Hay quién cree que simplemente desapareces, otros creen que vas al cielo y te reúnes con Dios, pero la mayoría no sabe qué creer. Pensar en el día de tu posible muerte es verdaderamente aterrador. Porque no sabes cuánto tiempo falta para eso, porque no hay forma posible de salvarse, porque el fin es el fin. Y eso aterra a cualquiera.
Puedes luchar contra una araña, contra el vértigo o incluso contra la oscuridad. Pero no puedes vencer a la muerte. ¡No se puede luchar contra el destino! ¡No puedes prever el futuro! No hay forma posible para prepararse contra la muerte de uno mismo.
Al Monstruo de los Ojos Azules le gusta recordármelo. Que pase lo que pase, al final acabará venciendo la muerte. Y cuando pienso en eso, se puede ver a través de mis ojos que estoy aterrada. Aún hay tantas cosas que quiero hacer…
Por esta razón no pienso en la muerte. Me aterra.
A principios de año, la muerte se me llevó a un ser querido. Os puedo asegurar que fue el día más horrible de mi vida. Pero no he vuelto a llorar por él (al menos no tanto como en el funeral) porque he escogido la estrategia de "no pensar en ello" para poder seguir con mi vida. Si aún no lo hubiese superado… supongo que ahora yo ya no sería una persona, sino un verdadero Monstruo de Ojos Azules que se habría apoderado de mi cuerpo y alma.

La muerte llegará para todos. Si decides temerla, que no te perjudique durante la vida. Si vences al Monstruo, afortunado eres; pero recuerda que tarde o temprano, también morirás.


lunes, 30 de junio de 2014

El Monstruo en las Arañas


Como a mucha otra gente, tengo que admitir que me dan miedo las arañas. En realidad me dan miedo todos los bichos de este planeta, pero lo de las arañas es algo monstruoso.
He desarrollado una teoria, sobre porqué las arañas dan tanto miedo a tanta gente. Veréis, el miedo es un monstruo, un montruo horrible que vive en nosotros. Y los monstruos recuerdan un poco a las arañas, al menos a mí sí. Por eso, a los monstruos de las personas les es más fácil convertirse en arañas que en otra cosa.
¿Por qué los monstruos se esconden debajo de la cama?- Respuesta: las arañas también lo hacen.
¿Por qué los monstruos tienen ojos rojos redondos y la mayoría de veces, más de dos?- Respuesta: mira las arañas.
Y podría seguir dando ejemplos. El último, el más convincente; he buscado una foto de araña y una de monstruo por internet. Estos son los resultados

ARAÑA
MONSTRUO


¿Veis el parecido? Los dos igual de aterradores.

He leído que para superar el miedo a las arañas, es muy recomendable cazar a una y ponerla en un tarro para tenerla de mascota. Dicen que después de dos días empiezas a acostumbrarte a su presencia, que empiezas a hablar con ella (como hablarías con tu perro, no porque te estés volviendo loco), le pones un nombre, etc. y al final, cuando ya le has cogido cariño, tu miedo a las arañas desaparecerá.

Yo no lo he intentado, quizá lo haga algún día. Ya veremos.

domingo, 29 de junio de 2014

El Monstruo en las Alturas

Salir a la terraza de un tercer piso y acercarse al borde. Subir por las escaleras mecánicas de un supermercado y ver que no hay nada a los lados que te proteja. Entrar en un ascensor con las paredes de cristal, o peor, con el suelo transparente. Un trampolín o un tobogán. La montaña rusa. El teleférico. Un puente. ¡Un puente colgante!
¿Cómo vencer a un Monstruo al que puedes encontrarte en todas partes? Si alguien lo sabe, que me lo diga, se lo suplico.


Yo no puedo ni pensar en acercame a un balcón. Mis piernas no responden. Primero empiezo a sentir que el cuerpo me pesa más de lo normal. Le sigue el sudor, el agobio y se me seca la boca. Me agarro a cualquier cosa que esté a mi alcance. Los nudillos se me vuelven blancos de la fuerza con la que debo cojerme y las uñas se me clavan en la palma de la mano. Y aún no he mirado hacia abajo. Mi cuerpo lo siente, que estoy a una altura peligrosa, sólo lo confirma ver el tejado de los otros edificios a primera linia de vista. Pero cuando ya no tengo más remedio que bajar la vista para mirar abajo, y lo hago, el Monstruo ataca y me descarna toda la dignidad de la que pueda poseer. Me siento acorralada. Quiero huir de allí, muy lejos, entrar en casa y agarrarme con fuerza a la pared. Pero mis piernas estan deshechas y no responden. Y finalmente, el miedo me nubla el juicio y empieza el mareo.

Oí una frase muy bonita: "No le tienes miedo a las alturas, lo que temes es caer." Les doy la razón... Pero está claro que quién la escribió no tenía tanto vértigo como yo. Porque esa sensación la tengo en el balcón del quinto piso de un edificio, pero también en el cuarto y el tercero y el segundo y el primero piso. La caída tiene que ser horrible desde un quinto piso. Seguro que mueres en terribles agonías, te rompes todos los huesos y sufres como no lo hayas hecho... Pero todos sabemos que es poco probable que te caigas. ¿Y qué me dices a la caída desde un primero? Puede que te rompas un brazo, una pierna, incluso que te abras la cabeza o te muerdas la lengua. Y eso también me aterra, por supuesto. Pero el Monstruo también acecha cuando estás relativamente a salvo, como cuando paseas por el borde de una piscina. ¡Si te caes no te vas a hacer nada de daño, sólo será un chapurrón! Y sin embargo... no puedo ni acercarme al borde si no es porque tenga intención de tirarme de cabeza.
Odio este Monstruo. Me gustaría destriparlo, quemarlo y tirarlo por la ventana. Pero me ha tocado vivir con ello... Y aún hago esfuerzos para vencerlo en mi batalla silenciosa. ¿Lo lograré? Quién sabe. A este paso, ni en un millón de años conseguiré subirme a la London Eye.

martes, 24 de junio de 2014

El Monstruo en los aviones

Existe muucha gente que es dominada por su Monstruo al subir a un avión. Los seres humanos no tienen alas, por lo que no es natural que volemos. La naturaleza no quiso que pudieramos volar y sin embargo nosotros lo hacemos. Hemos contruido máquinas gigantes que imitan a un pájaro descomunal de metal y cruzamos los oceanos por el aire. ¿Cómo es posible que esa cosa flote en el aire? No tiene ningún sentido. Además, a la mínima cosa que falle, no hay forma posible de sobrevivir al accidente: o mueres o mueres. El Monstruo es sólo superable si confias en la tecnologia más que en la naturaleza; si confias más en las mentrs prodigiosas del hombre que en la mala suerte. Leí en algún sitio que es más probable tener un accidente de coche que de avión. Son máquinas seguras, dicen.
Por suerte para mí, el Monstruo de los Ojos Azules no ha querido aparecer nunca cuando he ido en avión. Sí me da algo de grima subirme a un avión, supongo que por la altura a la que vuelan, pero puedo soportar el viaje.
Aunque tengo que admitir que nunca me he encontrado con torbulencias, y mi viaje más largo ha sido de tres horas... Aah! Casi se me olvida, cuando era un bebe mis padre tenian que viajar mucho, supongo que eso ayuda a que esté algo immunizada a los efectos aterradores de la máquina voladora.