En mi opinión, todos deberíamos temer la muerte. O al menos haberla temido alguna vez en nuestras vidas. Porque la definición de muerte es "fin de la vida". Y lo único de lo que estamos seguros es de que vivimos. ¿Qué sucede cuando esto acaba? Hay quién cree que simplemente desapareces, otros creen que vas al cielo y te reúnes con Dios, pero la mayoría no sabe qué creer. Pensar en el día de tu posible muerte es verdaderamente aterrador. Porque no sabes cuánto tiempo falta para eso, porque no hay forma posible de salvarse, porque el fin es el fin. Y eso aterra a cualquiera.
Puedes luchar contra una araña, contra el vértigo o incluso contra la oscuridad. Pero no puedes vencer a la muerte. ¡No se puede luchar contra el destino! ¡No puedes prever el futuro! No hay forma posible para prepararse contra la muerte de uno mismo.
Al Monstruo de los Ojos Azules le gusta recordármelo. Que pase lo que pase, al final acabará venciendo la muerte. Y cuando pienso en eso, se puede ver a través de mis ojos que estoy aterrada. Aún hay tantas cosas que quiero hacer…
Por esta razón no pienso en la muerte. Me aterra.
A principios de año, la muerte se me llevó a un ser querido. Os puedo asegurar que fue el día más horrible de mi vida. Pero no he vuelto a llorar por él (al menos no tanto como en el funeral) porque he escogido la estrategia de "no pensar en ello" para poder seguir con mi vida. Si aún no lo hubiese superado… supongo que ahora yo ya no sería una persona, sino un verdadero Monstruo de Ojos Azules que se habría apoderado de mi cuerpo y alma.
La muerte llegará para todos. Si decides temerla, que no te perjudique durante la vida. Si vences al Monstruo, afortunado eres; pero recuerda que tarde o temprano, también morirás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario