sábado, 14 de junio de 2014

Bienvenidos al Monstruo de los Ojos Azules

El miedo es un sentimiento inevitable del ser humano. Nadie está a salvo de él.
Empieza con la desconfianza, que se vuelve en aprensión. Poco a poco nace el temor en nuestras entrañas  y se convierte en una fobia. Luego llega el terror, que te paraliza los músculos. Y finalmente tu cuerpo se ve invadido por el pánico, por un pavor irracional que no te deja vivir.
A veces te invade tan rápidamente que no puedes distinguir entre sus fases. Se extiende de tu estómago por todos tus miembros y empiezas a hiperventilar, a sudar, no piensas, no actúas. Sólo puedes observar, paranoico, cómo el miedo te consume hasta que ya no eres tú mismo.
La gente llama a la gripe enfermedad. La pulmonía, el alzheimer... ¡incluso hay gente que lo llama al amor! Pero nadie se atreve a hablar del miedo.
¿Es el miedo una enfermedad?
Puede.
En una película, no recuerdo cuál, alguien le preguntaba al protagonista:
"¿Cuál es tu mayor miedo?"
Después de varios años pensando en esa pregunta, yo creo haber encontrado la respuesta.
Mi mayor miedo es el dolor. ¿Extraño verdad? Pues es la única cosa en común que he encontrado en todos mis miedos, que son muchos, pero en el fondo uno solo: el dolor. El dolor tanto físico como emocional.
Y entonces me pregunto, ¿cómo puedo siquiera vivir en paz si todo lo que hago me da miedo? Porque tener miedo al dolor implica tener miedo a la vida. Si saco malas notas, dolor. Si se me acerca un perro, dolor. Si me acerco al borde de una ventana abierta, dolor. Dolor por haber decepcionado a mis padres, dolor por la mordedura de un animal, dolor por caerme desde muy alto.
¿Cómo coño se vive con esto?
Enfrontándose al monstruo. El miedo es un monstruo que te corcome desde dentro. El monstruo soy yo, mi alma. Dicen que los ojos son el espejo del alma. Y yo tengo los ojos azules. Mi miedo es el monstruo de los ojos azules.
Bienvenidos a mi miedo.
Bienvenidos al Monstruo de los Ojos Azules.
 
 

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